Cometemos el error de asumir las cosas, sin antes haber verificado o sin ponernos en los zapatos de la otra persona. No sabemos qué ocurrió para que ésa persona actuara así o no te respondiera, no te llamara, no te buscara. No te apresures a suponer cosas que sólo están en tu mente, ya que eso te hará reaccionar de un modo inadecuado. Mejor, pregunta y aclara todo.
»Importante: nunca, pero, nunca, expongas a ésa persona con otros, divulgando lo que sucede o sucedió con ella. Eso NO se hace. Las dudas que tengas sobre tal situación, las debes hablar directamente con quien corresponde, es decir, con la persona que se dio todo; no vas y lo hablas con terceros o andas dando indirectas a ésa persona, delante de otros, para hacerla quedar mal. No está bien...
»»Aprende a practicar la prudencia, la discreción. Hoy es esa persona, mañana, podrías ser tú.
Alicia Triviño
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