No te compliques, ¡soluciona!
No discutas, ¡soluciona!
Cuando te encuentres en una situación en la que te sientes como entre la espada y la pared, no hagas un diluvio en un vaso con agua, busca una manera de solucionar. Piensa en cuál sería la vía más adecuada para liberarte de eso, sin que afecte tus emociones o peor aún, tu día. No des tantas vueltas al tema, que te hagan volver a lo mismo una y otra vez, creando un círculo vicioso de la circunstancia, es decir, algo interminable, y eso, ¡sí que agota!
¡Corta de una! ¡Sí, de una! Es decir, canaliza rápido, ¡y ya! Sigue el camino. En mi caso, yo no me complico, soy de buscar una solución lo más 'YA' que se pueda, jeje. No me gustan las personas que le da tanto rodeo a algo, porque me cansa. Si tienes que dar la razón, ¡dale la razón! Primero tu paz mental. Bueno, aclaro algo; hay que exponer nuestro punto de vista y darse a respetar, pero, si insiste en la repetición de la repetidera, ¡cede, y libérate de eso!
Nada más que agregar.
Alicia Triviño
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