No luches contra lo que sabes que no puedes cambiar. No te desgastes...
Dios tiene muchas maneras de hablarnos, y ésa situación contra la que luchas, puede ser la respuesta que hace rato esperas de parte de Dios. ¿A qué me refiero?
¿Hay algo que te está incomodando hace mucho, y sientes que cada día te agota más? ¿Has intentado sobrellevarlo y buscar soluciones, pero sientes que se te sale de las manos? ¿Qué puedes hacer al respecto?...
La respuesta es: huye. Si ya no puedes hacer nada al respecto, y no hay otra opción, huye. Escapa de todo lo que no trae bendición a tu vida. En ocasiones nos cuesta poder tomar decisiones porque no sabemos si estamos haciendo lo correcto, pero, si no trae paz, ésa es una forma de saber que no es ahí.
Sólo un ejemplo: Si estás en un lugar donde no valoran tu trabajo, donde sientes que das más de lo que te piden y aún así, no ves el avance, pide a Dios que te ayude a encontrar otras opciones y sal de ahí. Piensa más en ti, que en los demás; porque los demás, no van a pensar en ti. Piensa en tu bienestar y en tu tranquilidad. El trayecto no es fácil, lo sé, pero, tampoco es imposible, y si le pides a Dios que te guíe, estoy segura de que Él te ayudará.
Importante:
1. Pon límites.
2. No des al punto de dejarte pisotear.
3. Sólo tú puedes hacerte respetar.
Deja todo en manos de Dios; Él tiene algo mejor para ti.
Alicia Triviño
-Todos los derechos reservados.-
Comentarios
Publicar un comentario