Ya había escrito antes sobre esto. Puedes buscarlo como: "Si está bien pensado, estará bien expresado".
Podemos decir lo que queramos a una persona, si antes meditamos por un momento en cómo decirlo, sin que esa persona se sienta ofendida. Ponernos en el lugar de la otra parte, también ayuda muchísimo a que sepamos cómo hacerlo. Preguntarnos: ¿Qué pasaría si fuera yo? ¿Cómo me gustaría que me lo dijeran? Lo que voy a decir, ¿es cierto? ¿tengo pruebas? O ¿simplemente me dejé guiar por lo que me dijeron terceros?
Tener tacto, buscar el momento adecuado, y nunca, pero, nunca, decirlo delante de otras personas, ya que eso entorpece toda relación, bien sea personal o laboral. Siempre debe de ser a solas y ojalá a puerta cerrada. No es bueno exponer a esa persona, diciéndole las cosas a los cuatro vientos. No lo hagas. No está bien.
Y recordemos: las palabras dichas, quedan dichas. Así que, pensemos bien lo que vamos a decir, y cómo lo vamos a decir.
Alicia Triviño
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