Oro para que Dios abra las puertas de los cielos, y derrame de su infinita paz sobre ti. Que su manantial de amor inunde todo tu ser, limpiando tu alma y tu mente de todo aquello que durante todo este tiempo ha tratado de inquietarte.
Oro para que todo aquello que quieres, lo puedas lograr. Oro para que encuentres en Dios, esa felicidad que tanto anhelas. Oro para que sanes si te encuentras enfermo-a, física o emocionalmente.
Oro para que sonrías, sin importar si dentro de ti llueve o hace sol. Oro para que Dios sea el timón que guíe tu vida, para que sea tu luz y tu todo.
Oro... oro para que en este momento cierres tus ojos, y sueltes lo que ya no puedes controlar con tus propias fuerzas, y para que dejes a Dios fluir. Él siempre sabe lo que hace. Dios nunca se equivoca.
Oro, oro por ti...
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Alicia Triviño-
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